La ciudad ha sido un lugar donde he visto y escuchado demasiadas cosas para recordar en una sola tarde. La he recorrido en diferentes formas: autobús, auto, camioneta, caminando, bicicleta, de nuevo caminando y en metro. Ser pasajero es también viajar solo, viajar acompañado, viajar a la expectativa, escuchando, sintiendo, oliendo, o soñando cuando el cansancio se hace inevitable. El movimiento es algo emocionante, las ideas cambian, uno crece, cada paso, cada metro o kilometro uno se convierte en parte del pasado compartido de una ciudad, en la historia de una comunidad, en el olvido de alguien. Siendo pasajero uno mira una cara y sin saber nada más, puede quedarse cristalizada en la memoria, o al contrario, olvidarse por completo a los cinco minutos. Ser pasajero es recordar eventos que parecen fútiles. ¿Por qué recordar a un desconocido? ¿Será posible que nosotros seamos el rostro desconocido perpetuado en la memoria de alguien? Soy quien piensa, escucha, recuerda y olvida en el camino. Seré otro al recorrer el mismo camino mañana, pasado mañana y en un año. Seré quien escuche diferente cada voz, rumor y ruido en el próximo viaje.
Álvaro México
Contribution: Experiences, Sound, Improvisation
